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miércoles, 4 de marzo de 2009

DIALOGOS

1ª intervencion de Incongruente
Ante el silencio de cualquier otro lector de mi blog de enviarme su carta de presentación, inicio los diálogos, por si alguien se anima a opinar.
Ahora, haré referencia a tus conceptos filosóficos, febade. En tu carta de presentación tocas diversos temas y para no complicar las cosas, me limitaré solo a uno de ellos, al que creo es más fácil como comienzo de nuestros diálogos, EL TIEMPO. Tu primera referencia es: “La eternidad, para mi, es un estado donde el tiempo no existe”. Segunda referencia: “la eternidad discurre... un lugar que no posee ni principio ni final, un lugar o estado así carece de tiempo, y sin tiempo nada es posible. Cualquier pensamiento que tengamos posee un principio y un final, la eternidad no, la eternidad ES. Por lo tanto la idea de la creación del universo tiene que proceder de un lugar infinito o, por lo menos, de un lugar donde el tiempo cohabita con la voluntad creadora”. Tercera referencia: “Naturalmente el tiempo es relativo y para nosotros, para el ser humano, ese estado de coincidencia puede ocurrir dentro de trillones de años, pero ocurrirá”. Cuarta y última referencia: “Sé que muchos científicos alegarán en mi contra que: "en realidad existen universos, dimensiones, donde el tiempo no existe, la dimensión del tiempo NO EXISTE”.

Como puedes comprobar, en ningún caso has querido o sabido definir algo tan importante en tu conceptualización filosófica como el tiempo. Creo que deberías haber partido de una definición, más o menos precisa para luego deducir si su existencia es o no en tus otros conceptos. Me explico

¿Qué es para mí el tiempo? Es una dimensión necesaria, pero no para un Dios, ni para un Universo... ¡No! es necesaria para mi cerebro. Soy, y espero que tú también lo creas así, un “producto” del Universo y, como tal, compuesto de “algo” y materia. Por ahora dejemos el “algo” aparte, para no liarnos más y, parémonos en la materia. Puedo demostrarte y lo haría si fuese este el motivo del diálogo actual, que el ser humano razona con una parte material de su cerebro, así como memoriza con otra. Imaginar, pensar y sentir podemos dejarlo aparte también. Ya que la razón es la que nos lleva a discernir entre los diferentes “elementos” que componen el Universo, usando para su comprensión nuestra memoria; analicemos esta parte solo.

Una pequeña demostración de que la razón es puramente física, es que todos los seres vivos, razonan, y su razón es la que les ha llevado a “adecuarse” a los cambios de los hábitats donde viven, excepto en aquellos casos en que esos cambios han sido tan rápidos que la razón no ha tenido tiempo de hacer que sus organismos evolucionen para adecuarse al nuevo sistema de vida. La razón, para mi es un simple procesador que tenemos en el cerebro y que utilizando las bases de datos que nuestra memoria, guarda unas veces por acumulación de vivencias a lo largo de sus vidas y otras por recepción genética, estudia las nuevas necesidades de nuestros cuerpos y poco a poco lo va haciendo evolucionar, utilizando los medios de que dispone. El ser humano, ser vivo como los demás, pero con un mayor grado de complejificación, “ha descubierto” que le es más fácil adecuar a su sistema de vida el hábitat que adecuarse él al hábitat donde vive. No entremos ahora en esta potencial discusión, aunque podemos guardarla para posteriores diálogos.
Volvamos al tiempo. El tiempo es una dimensión porque mide... el proceso evolutivo de los millones de cambios que se van produciendo en el Universo. Pero, el quid está en que el TIEMPO solo vale para medir un cambio y mientras que no se demuestre lo contrario, solo cambia aquello que tiene entidad física, la materia. Luego, el tiempo es una consecuencia de la materia.
Aquí podrías decirme: Te has pasado tres pueblos, Incongruente, pues no solo cambian las cosas físicas, también cambian los pensamientos, los sentimientos, los sueños...
Y de nuevo, el insistente de Incongruente te contesta: ¡No señor, no estoy de acuerdo! Los pensamientos, los sentimientos, la imaginación no cambia, es nuestro cerebro el que, al estar hecho de materia, para “entender” lo que piensa, sueña e imagina, tiene que hacerlo ESCALONADAMENTE, PROCESALMENTE, o, como mi maestro decía, SECUENCIALMENTE.

No podemos razonar nuestros propios pensamientos si no lo hacemos con nuestro cerebro que, al estar hecho de materia, necesita poner las cosas una detrás de la otra. Te pondré un ejemplo: Cierra tus ojos y piensa en un tren con el cuarto vagón de color amarillo, entrando en un túnel. Primero la máquina se acerca a la negra boca del túnel; poco después ya casi medio tren ha sido engullido por... ¡Alto ahí! Y paras tu pensamiento y la imagen que de él tienes en el cerebro. En este momento estaba entrando en el túnel ese cuarto vagón de color amarillo. Es curioso, has sido capaz de pensar en el instante en el que entraba el vagón amarillo en el túnel y NO TE HAS DADO CUENTA de que acabas de parar el tiempo en tu mente. Tu mente no necesita el tiempo para pensar, lo necesita tu razón para “entender” a tu mente. Pues si piensas en un Ser que no tiene nada material, comprenderás que para Él el tiempo no existe pero existe todo “AL MISMO TIEMPO”, porque su mente atemporal lo puede entender así. Ahora espero tu “torpedo” para intentar hundir mi Titanic.

Parte de una intervención escrita que tuve cuando tenía veinte años y cursaba estudios, en un encuentro de filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

“...Pocas personas, sean científicos, filósofos o libre pensadores, como es nuestro caso, cuando reflexionan sobre el concepto del tiempo y, en dicho concepto meto el pasado, presente y futuro, no tienen en cuenta los medios que utilizan para reflexionar y en mi opinión, los medios que disponemos son como son y funcionan como funcionan. Me explicaré.

Pensamos abstractamente. Quiero aclarar que nuestro pensamiento no necesita del tiempo para desarrollarse y, posteriormente, razonar. Es en ese momento, cuando razona, el instante en el que necesitamos de una "ayuda especial", el tiempo, que hemos “inventado” para poder procesar nuestros pensamientos y, además, necesitamos utilizar los únicos medios que tenemos para convertir los resultados de nuestro razonar en realidades. En realidad, nuestra memoria guarda la información en pequeños paquetes de información que inexorablemente son secuenciales; van unos detrás de otros. Pero no porque sucedan secuencialmente, sino porque nuestro cerebro funciona así. Lógicamente, cuando tiramos de la memoria para razonar, la información la recibimos secuencialmente y, por tanto, ligada al tiempo.

Pensemos, por un momento, en cualquier sueño de los muchos que hayamos podido tener en nuestras vidas. Mientras soñamos, no existe el tiempo, lo hacemos atemporalmente, ya que nuestro pensamiento está fuera de la realidad tangible, es inmaterial y, mientras no haya materia no habrá tiempo. Solo usamos el tiempo en nuestros sueños cuando hacemos referencias o queremos materializar los sueños, pero, puedo estar al mismo tiempo viendo el Big Bang y también viendo desaparecer el universo; y lo puedo hacer en el mismo instante, pues no necesito usar el tiempo. Bien, supongamos un ser que tiene la facultad de soñar y, al mismo tiempo (paradoja gramatical) hacer que sus sueños se realicen. Desde su visión del sueño, todo ocurre en el mismo acto. Para él, el pasado, presente y futuro de su sueño es un único presente. Sin embargo, para nosotros, que formamos parte de ese sueño, las cosas ocurren secuencialmente. Existe entonces el tiempo?. No, no existe; ni para el que sueña ni para el soñado, pero, el segundo, que forma parte de un proceso evolutivo y que, además, está formado por psique y materia, su parte material evoluciona y necesita del tiempo para procesar dicha evolución.”

Como puedes ver, en poco ha cambiado mi idea sobre el tiempo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Incongruente un placer dialogar contigo. Sigamos.


Volvamos al tiempo. El tiempo es una dimensión porque mide... el proceso evolutivo de los millones de cambios que se van produciendo en el Universo. Pero, el quid está en que el TIEMPO solo vale para medir un cambio y mientras que no se demuestre lo contrario, solo cambia aquello que tiene entidad física, la materia. Luego, el tiempo es una
consecuencia de la materia.
No estoy de acuerdo, el tiempo, como tú muy bien dices, es una dimensión. Gracias a que en la construcción del universo desplegó la dimension temporal, tú y el universo mismo existe como lo conocemos, o mejor dicho existe per se y además, repito, como lo conocemos.
Aquí podrías decirme: Te has pasado tres pueblos, Incongruente, pues no solo cambian las cosas físicas, también cambian los pensamientos, los sentimientos, los sueños...
Y de nuevo, el insistente de Incongruente te contesta: ¡No señor, no estoy de acuerdo! Los pensamientos, los sentimientos, la imaginación no cambia, es nuestro cerebro el que, al estar hecho de materia, para “entender” lo que piensa, sueña e imagina, tiene que hacerlo ESCALONADAMENTE, PROCESALMENTE, o, como mi maestro decía, SECUENCIALMENTE.
No te lo niego, el cerebro humano ordena secuencialmente paquetes de información, estoy totalmente de acuerdo. Mas aquí existe un problema de conceptos, yo te podría decir que en cada paquete de información existe un paquete menor del que tú no eres consciente, y así, siendo un poco reduccionista, llegaríamos a lo cuántico, lugar caótico pero en el que también existe una dimensional temporal sólo que incomprensible para la razón humana.


No podemos razonar nuestros propios pensamientos si no lo hacemos con nuestro cerebro que, al estar hecho de materia, necesita poner las cosas una detrás de la otra.
Aquí entiendo que la razón no es más que un procesador de datos (como bien dijiste más arriba) pero sólo eso. No te discuto que el cerebro humano esté hecho de materia, de materia tangible, pero estarás de acuerdo conmigo que esta materia no existiría sin una agrupación de energía en la cual existe la dimensión temporal.
El tiempo se formó, se desarrolló en el instante del Big Bang, no podemos olvidarnos de esto, el concepto, el uso, que es algo diferente del tiempo, existe con el ser humano.
Te pondré un ejemplo: Cierra tus ojos y piensa en un tren con el cuarto vagón de color amarillo, entrando en un túnel. Primero la máquina se acerca a la negra boca del túnel; poco después ya casi medio tren ha sido engullido por... ¡Alto ahí! Y paras tu pensamiento y la imagen que de él tienes en el cerebro. En este momento estaba entrando en el túnel ese cuarto vagón de color amarillo. Es curioso, has sido capaz de pensar en el instante en el que entraba el vagón amarillo en el túnel y NO TE HAS DADO CUENTA de que acabas de parar el tiempo en tu mente. Tu mente no necesita el tiempo para pensar, lo necesita tu razón para “entender” a tu mente. Pues si piensas en un Ser que no tiene nada material, comprenderás que para Él el tiempo no existe pero existe todo “AL MISMO TIEMPO”, porque su mente atemporal lo puede entender así. Ahora espero tu “torpedo” para intentar hundir mi Titanic.

Parte de una intervención escrita que tuve cuando tenía veinte años y cursaba estudios, en un encuentro de filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

“...Pocas personas, sean científicos, filósofos o libre pensadores, como es nuestro caso, cuando reflexionan sobre el concepto del tiempo y, en dicho concepto meto el pasado, presente y futuro, no tienen en cuenta los medios que utilizan para reflexionar y en mi opinión, los medios que disponemos son como son y funcionan como funcionan. Me explicaré.

Pensamos abstractamente. Quiero aclarar que nuestro pensamiento no necesita del tiempo para desarrollarse y, posteriormente, razonar.
Una vez más disiento contigo, el pensamiento necesita de la dimensión tiempo para existir, razonar esa existencia lo lleva a cabo nuestro cerebro.
Es en ese momento, cuando razona, el instante en el que necesitamos de una "ayuda especial", el tiempo, que hemos “inventado”
Una vez más, pienso que existe un problema de concepto. La maldad o la bondad son conceptos, catalogados bajo puntos de vista culturales: lo que para uno es bueno para otro es malo, mas ¿existe el Mal? Pero no la liemos, El Tiempo no es un concepto, el tiempo existe, la diferencia está en cómo se razona ese tiempo, como se entiende esa dimensión.
para poder procesar nuestros pensamientos y, además, necesitamos utilizar los únicos medios que tenemos para convertir los resultados de nuestro razonar en realidades. En realidad, nuestra memoria guarda la información en pequeños paquetes de información que inexorablemente son secuenciales; van unos detrás de otros. Pero no porque sucedan secuencialmente, sino porque nuestro cerebro funciona así. Estoy De acuerdo Lógicamente, cuando tiramos de la memoria para razonar, la información la recibimos secuencialmente y, por tanto, ligada al tiempo.
La ordenamos en un tiempo comprensible para nosotros, pero el tiempo existe como dimensión aunque no siempre comprensible.

Pensemos, por un momento, en cualquier sueño de los muchos que hayamos podido tener en nuestras vidas. Mientras soñamos, no existe el tiempo, lo hacemos atemporalmente, ya que nuestro pensamiento está fuera de la realidad tangible, es inmaterial y, mientras no haya materia no habrá tiempo.
Otra vez no estoy de acuerdo. Se puede soñar porque existe una dimensión, que no es otra que el Tiempo. El sueño tiene una particularidad y es que en él el tiempo es relativo. EL tiempo en el sueño es muy parecido a la sensación que tenemos al leer una novela.
Al despertar puedo tener la sensación de que he vivido varias vidas o acontecimientos que “despiertos” me llevarían toda una vida; pero es que en el sueño se juega con la información vivida, y esto es muy importante. El sueño es una mezcla de sucesos puntuales en el que nos ocurre algo, ese algo se suma a lo que tenemos en nuestro cerebro que lo atrapa al sueño modificándolo de tal manera que es como si perteneciera a él, a lo vivido en el sueño. Por lo tanto podemos albergar una sensación temporal (una vez despiertos) demasiado, digamos, larga.
Incongruente creo entender lo que me quieres decir, de lo que no estoy tan seguro es de si me explico con claridad.
El ser humano identifica, cataloga o ordena, paquetes de información, para que podamos vivir con coherencia, a eso le llamamos “nuestro tiempo” mas el TIEMPO existe por si mismo como una dimensión. El movimiento, por ejemplo, existe porque existe la dimensión temporal (llámala como quieras: dimensión naranja, dimensión cuadro… el nombre es lo de menos) La luz existe porque existe la dimensión (x) y viceversa. La luz y el tiempo (x) están íntimamente relacionadas y son las que marcan nuestra existencia para que pueda existir esta clase de universo dimensional.
El tiempo como concepto humano existe como concepto, pero eso no quiere decir que no exista como dimensión.
Por lo tanto, estoy totalmente de acuerdo contigo de que el tiempo no existe, siempre y cuando me hables de un tiempo “humano” “cerebral”
Un saludo.
Febade

Anónimo dijo...

Hola de nuevo Incongruente.

Como a veces soy víctima de pulsiones nerviosas donde un batiburrillo de ideas alocadas bailan por doquier, intentaré de nuevo resumir mi opinión sobre el tiempo.
Este mensaje lo puedes añadir o poner a continuación, como desees.

Las diversas dimensiones en las cuales nos movemos son también relativas desde el punto de vista humano, por ejemplo la profundidad, lo que para uno esta cerca para otro lejos etc. Pero lo que es indiscutible es que existe la dimensión. La cualidad que hace posible esta interpretación espacial existe por si misma lo que es harina de otro costal es la interpretación que nosotros hagamos de ella. El tiempo, como dimensión, como característica ,existe, en cambio su interpretación, bueno, eso ya es otra cosa. Y es ahí, en esa interpretación de una cualidad que existe, en donde (creo entender) tu sitúas el tiempo.
Imaginemos una plancha de hierro sometida a una vibración constante, ahora espolvoreemos limaduras de metal por su superficie. El resultado es la formación de una imagen, pues bien, esa imagen es lo que yo llamo concepto (sujeta a diversas interpretaciones), y a la vibración dimensión.
Un saludo

Unknown dijo...

Alejandro cariño, te prometo que en cuanto acabe la novela y me de un respiro, te haré miles de comentarios.
ahora no tengo tiempo ni de racarme, pero he robado al señor Tiempo, unos minutos, para colgar tu poema en mi blog.
un beso.

Anónimo dijo...

Para más datos Incongruente solo decirte que el Tiempo es discreto, quiero decir, está codificado en paquetes indivisibles, y esto está probado científicamente. El movimiento existe porque existe el tiempo, incluso el átomo se mueve, aunque de manera caótica o incomprensible para el cerebro humano. El tiempo es una cualidad en nuestra creación, una dimensión demostrada científicamente. El tiempo del ser humano es relativo e incluso puede llegar a parecernos una ilusión, lo que no impide que el tiempo como dimensión exista.
Lo siento pero esta discusión forma (en mi opinión ) dentro del ámbito filosófico. No debemos de confundir nuestra apreciación (del tiempo), de algo que existe realmente (el tiempo a nivel científico y no filosófico)
Un saludo

Blanca Miosi dijo...

Hablar de Dios implica hablar de religiones, aunque no necesariamente se pertenezca a una.

Las religiones nacieron a la par que la evolución mental del hombre, cuando cayó en cuenta que para evitar responsabilidades era preferible crear un ser que fuese el que diese las pautas a las normas de vida. La figura del jefe está ligada a la del brujo de la tribu y así ha continuado hasta nuestros días.

A medida que el hombre se ha ido deslastrando de creencias dogmáticas fue despertando a una nueva conciencia: ¿Por qué estamos aquí? ¿Será verdad que fuimos creados por un ser superior? ¿Somos producto de la evolución? Y entonces aparece la pregunta inevitable: ¿Existe Dios?

Mucha literatura se ha escrito al respecto, incluso de gente que afirma haber regresado de la muerte, me refiero a que fueron considerados muertos por los médicos y por razones poco claras regresaron a la vida, y casi todos afirman haber visto una “luz” o algo similar a lo que diría cualquier católico o creyente en alguna religión que glorifica la muerte como un encuentro con el Ser Supremo. Curiosamente es así. Los agnósticos no tuvieron la misma visión. ¿Se debe ello a que unos son premiados por ser creyentes y otros castigados por ser ateos? Pregunta que también entra dentro del terreno religioso, y es que es casi imposible desligar una cosa de la otra, puesto que la creencia en un Dios y el nacimiento de la inteligencia van parejas.

También es cierto que se ha comprobado científicamente que en el momento de la muerte, nuestro cerebro libera una hormona que tiene el efecto contrario a la adrenalina, que hace la transición hacia la muerte menos traumática. Un elemento de defensa, y que actúa conforme nuestras creencias. (Paraíso, Nirvana, Infierno, etc.)

Para poder opinar sobre la existencia de un dios deberíamos primero dejar de saber que existe uno. He dicho “saber”, no “creer”. Una vez que a un individuo se le ha machacado desde su nacimiento la existencia de un dios, difícilmente podrá opinar sobre algo que le han inculcado que existe. Si tuviéramos la mente libre de creencias podríamos hacernos la pregunta: ¿Qué es dios? ¿Y existe? Sería más justo.

Interesante tema, Alejandro o Incongruente, como prefieres que te llamemos, pero al mismo tiempo árido e inacabable. Yo seguiré viviendo como hasta ahora: cuestionándome todo sin aceptarlo a ciegas.

Un saludo,
Blanca