Vueling

viernes, 20 de febrero de 2009

¿CASUALIDAD O CAUSALIDAD?



No creo en la casualidad

Dura y contundente afirmación, sobre todo para una persona como yo, dueño y señor de la duda, seguidor profundo del escepticismo, no como descreído de todo, sino como dudoso de absolutamente todo, mientras no se demuestre lo contrario.

Pero, ante ese principio de causalidad tan llevado y traído, propondría un ejercicio de pensamiento.

No sé si el lector conoce la teoría del big bang, aunque solo sea a nivel filosófico; en ella, casi al instante de la gran explosión en cuyas causas no podemos entrar aun por motivos puramente filosóficos, ya que empezar a definir conceptos filosóficos al límite del teórico nacimiento del universo es algo difícil de manejar. Bien, casi al principio, apareció (científicamente hablando) la era Hadrónica, consistente en que la mayor parte del espacio ocupado por el naciente universo, por motivos claramente relacionados con la potencia e importancia de la explosión que ocasionó todo, dicho espacio se formó al ser “ocupado” por subpartículas atómicas llamadas hadrones.

Definir los hadrones es fácil, con solo acceder a cualquier página webb o libro de física subatómica, lo único que nos importa de ellos, para esta propuesta filosófica es que siendo movidos por los gluones o transmisores de la F.N.F. ( fuerza nuclear fuerte), chocan entre ellos y, cuando se dieron unas determinadas y complejísimas circunstancias, aparecieron los quarks que, uniéndose en otras determinadas circunstancias y condiciones formaron los mesones y bariones que hoy conforman el núcleo de los átomos (aquí empieza la materia tangible).

Y yo me pregunto: ¿Cuántos miles de millones de hadrones tuvieron que chocar entre ellos, a una determinada velocidad, con una específica temperatura, con el ángulo de impacto perfecto para que se diese la “CASUALIDAD” de que apareciese el primer quark? Y… ¿Cuántas miles de millones de posibilidades debieron de existir para que apareciesen los miles de millones de quarks necesarios para formar un único átomo? ¿Y para formar los miles de billones de átomos que conforman toda la materia que conocemos en la actualidad en el universo?.

Sigo preguntándome: ¿Fue casualidad que aparecieran tantos hadrones o hubo un principio de CAUSALIDAD? Y si este principio existió ¿Por qué leyes se rigió? ¿De donde sale la ley que determina que cuando dos hadrones chocan o impactan en determinadas circunstancias aparezca un quark? ¿Es acaso la ley anterior al principio de CAUSALIDAD? Y si así fuere… ¿Quién creó, inventó o dictó esa maldita ley que todo lo abarca y todos la cumplen? ¿Y las demás Leyes naturales?

Y sigo dándole vueltas a mi encanecida cabeza sin entender este absurdo ocultismo en el que se esconden tantos misterios. ¿Para qué? Si nadie lo sabrá nunca. Pues aun así, estoy absolutamente convencido que llegará el día en que alguien, uno, aquel al que le corresponda, llegará a entender el por qué; ese día descansaré en paz.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo en las casualidades... supongo que soy conformista.

Besos

Anónimo dijo...

Pasa lo mismo con la evolución de los seres vivos, que se rige aparentemente por la casualidad. ¿Cuántos fallos en los genes hicieron falta para que ahora tengamos el laboratorio andante que es nuestro cuerpo, sin contar con la infinidad de laboratorios andantes que poblan el planeta?
La causalidad es algo irefutable, pero tampoco se puede negar la casualidad, a menos en el ámbito humano. Ambas son fuerzas que guían nuestro camino de una manera u otra.

Blanca Miosi dijo...

Interesante pregunta. Creo que primero ocurrieron los hechos, después se estudiaron las leyes, y se les dio nombre.

Pero pensar en la respuesta implica más que sólo astrofísica, es inminscuirse en la mente del que se le ocurrió tirar los dados.

Pero como dijo Albert: No creo que Dios haya jugado a los dados. Así que retiro ese pensamiento malicioso.

Prefiero que creer que todo está como está porque así debía ser.

Alejandro: muchas gracias por pasar por mi blog y dejarme tu mensaje. Pienso que no merezco esas palabras. También quería decirte que mi novela "La búsqueda" ya está en las librerías.

La que saldrá en mayo se llama: "El legado".

Un abrazo, amigo,
Blanca

Daniel Hermosel Murcia dijo...

Como casi todo es cuestión de tamaño, así llamamos casualidad al un conjunto de causalidades tan grande que no somos capaces de manejar. Por ejemplo, un generador de números aleatorios de un ordenador no es más que un programa determinista (dada una entrada concreta se devuelve una misma salida), y aún así cuela como aleatorio. Es, finalmente, cuestión de conocimiento (y de poder manejarlo y si no nos inventamos torías del caos y sistemas sensibles). Sea como fuere espero que encuentres la paz antes del día que te has marcado, porque si no vas a dar muchas vueltas me temo ;).

Incongruente dijo...

En realidad, yo lo tengo tremendamente claro, eso sí, después de haberle dado miles de vueltas en la cabeza. Ya tengo casi terminado el libro y puede que algún día me anime a autoeditarlo, y digo autoeditarlo poerque difícilmente un libro así quiera nadie comercializarlo, además de tener por autor a un pobre diablo. No importa, la vida me ha enmseñado algo muy grande: "las preguntas sirven para dos cosas; primera para buscar una contestación adecuada; segunda para avanzar en nuestro conocimiento" Y esto lo he pensado sin ayuda alguna. Je, je, je
Os doy las gracias a todos por leerme, sin vosotros me sentiría demasiado solo.

febade dijo...

Hola incongruente,

El tema del que hablas es emocionante y perturbador a partes iguales, y como tú y mucha gente, las preguntas que en él nos formulamos nos acerca si cabe un poquito más a la tragedia humana.
Hace mucho tiempo que me he preguntado sobre el por qué y si tiene algún motivo nuestra existencia, y si ella viene comandada por un ser causal.
Uno de los problemas que nos encontramos cuando lo intentamos dilucidar es la icognita del principio: ¿qué hay detrás del impulso creador?
¿Cuál es el verdadero principio?
Ahora bien, al parecer los físicos (dejando a parte su última teoría del big bang y que se basa en la interacción de membranas cuánticas y dimensionales como el inicio de la explosión) nos hablan de que nuestro universo seguramente será infinito. Pero a nosotros no nos convence debido al concepto de infinito. Para el ser humano siempre debe existir un principio, pues bien, si queremos conocer a Dios (llamese como se quiera) antes debemos solucionar la incomprensible pero necesaria ecuación en la que cohabita el infinito y a la vez un principio causal.
P.D: Un libro interesante a nivel filosófico y que recomiendo es La Fórmula de Dios, una novela que trata y responde (a su manera) a las grandes preguntas de la humanidad, y que sería muy interesante de debatir.
Un saludo

Anónimo dijo...

yo creo que se dará al revés.. cuando tu en paz descanses sabrás que verdaderamente la razón de aquello de nada importa.
las casualidades no existen.
pero de ahi a comprender el significado de cada suceso vivído... existe un gran misterio... tan fascinante que solo nos resta reverenciarnos con humildad y dejarnos embeber por las magnificas experiencias de la vida.
jugar a responder esas preguntas forma parte de esta magia, es el efecto de su causa... o la causa de su efecto? ;)