Cuando todo lo que pienso soy capaz de razonarlo y esa razón la dejo escrita, toda mi realidad queda disuelta en el espacio y dejo para la posteridad solo mi ficción. La teoría del conocimiento contra la de las ideas, la razón contra el pensamiento, la realidad contra la ficción. Todo está tan cerca, pero al mismo tiempo tan lejos, que a veces creo ser el resultado de un sueño de una mente imaginaria.
Maldito Platón que me hiciste pensar. ¿Qué me diferencia de los animales?. ¿Mi razón, mis sentimientos, mi intuición, mi …? ¡No, nada de ello! Solo me separan mis ideas y ellas son la verdadera realidad de mi existencia. Existo porque tengo ideas, pero, lo más incomprensible de mi realidad es que cuando quiero adquirir el conocimiento que me induzca nuevas ideas, descubro que todo ese conocimiento no es verdad, no es real, solo es algo que participa de mis ideas.
En toda esta divagación sobre mi realidad, sé, y soy consciente de saberlo, que mi objetivo único es alcanzar el conocimiento. Si sabiendo que el conocimiento tiene las características fundamentales de tener como único objeto la verdad real en contra de lo que es apariencia, ser certero, fijo, permanente, inmutable e infalible, lo que le implica que nada es empírico, todo es pura experiencia, me encuentro ante esta disyuntiva: si todo lo que me rodea es material, objetos que conforman el mundo en el que existo, ¿Cómo puedo llamar realidad el mundo que observo si, en el fondo sé y tengo seguridad en saberlo que todo ello es pura ficción, (El mito de la caverna), y que esta ficción solo participa de las ideas que son mi verdadera realidad?.
Difícil disyuntiva. Solo mis ideas son mi verdadera y única realidad. Mis ideas proceden de mi cerebro, mi cerebro razona y al hacerlo, conoce, pero es solo alimentado por objetos que forman parte del universo del que participo. ¿Cómo, pues, pueden salir mis ideas de la ficción que son los objetos que conforman mi mente?.
¡Cuán cerca me encuentro de mi ficción y cuán lejos de mi realidad.!
Maldito Platón que me hiciste pensar. ¿Qué me diferencia de los animales?. ¿Mi razón, mis sentimientos, mi intuición, mi …? ¡No, nada de ello! Solo me separan mis ideas y ellas son la verdadera realidad de mi existencia. Existo porque tengo ideas, pero, lo más incomprensible de mi realidad es que cuando quiero adquirir el conocimiento que me induzca nuevas ideas, descubro que todo ese conocimiento no es verdad, no es real, solo es algo que participa de mis ideas.
En toda esta divagación sobre mi realidad, sé, y soy consciente de saberlo, que mi objetivo único es alcanzar el conocimiento. Si sabiendo que el conocimiento tiene las características fundamentales de tener como único objeto la verdad real en contra de lo que es apariencia, ser certero, fijo, permanente, inmutable e infalible, lo que le implica que nada es empírico, todo es pura experiencia, me encuentro ante esta disyuntiva: si todo lo que me rodea es material, objetos que conforman el mundo en el que existo, ¿Cómo puedo llamar realidad el mundo que observo si, en el fondo sé y tengo seguridad en saberlo que todo ello es pura ficción, (El mito de la caverna), y que esta ficción solo participa de las ideas que son mi verdadera realidad?.
Difícil disyuntiva. Solo mis ideas son mi verdadera y única realidad. Mis ideas proceden de mi cerebro, mi cerebro razona y al hacerlo, conoce, pero es solo alimentado por objetos que forman parte del universo del que participo. ¿Cómo, pues, pueden salir mis ideas de la ficción que son los objetos que conforman mi mente?.
¡Cuán cerca me encuentro de mi ficción y cuán lejos de mi realidad.!
1 comentario:
Con tu imaginación. Ese es el camino. Y lo tienes holgado. Te sobra a raudales.
Por eso cuando inicias cualquier sendero siempre llegas a tu destino. A pesar de las dificultades o de los anchos rios que sabes vadear.
Un abrazo amigo. Nos leemos.
Boscán.
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