Vueling

jueves, 1 de mayo de 2008



Sentado a sotavento, como dicen los marinos

Sobre la solitaria roca que domina tu mar,

Tu azul, tu olor, tu color, hasta tu cielo,

Sentado sin pena ni dolor, solo me encuentro.

Sobre el acantilado de la vida

Dudando qué hacer.

Si fundirme en tu mar, tras un corto vuelo

O, seguir por el camino del que nada quiero.

¡Algo tiene el mar, y debe ser bueno!.

Alfonsina lo probó y ya no ha vuelto

Como tantos otros que lo hicieron.

Sentado a sotavento, amigo, sintiendo tu alma

Golpear mi pecho. Me llamas y te deseo

Pero pesan demasiado mis creencias

Y me impiden dar el paso que quiero.

Sentado a sotavento, seguiré siempre

Esperando paciente lo que no espero.

1 comentario:

DGP dijo...

Sin palabras, bravo...